Pienso que es naturallas que las noches se hacen largas y aburridas, desde luego dá lugar para narrar algo que en muchos años no la puedo olvidar. Noches me desvelo para recordar lo que mis padres me narraban en nuestro idioma madre, el quechua; que por los años 50 del siglo pasado nos transmitía oralmente mientras preparaba mi madre su cena en el interior de una choza en nuestra cabaña de Usnumuqu que quesaba en el sector de Qururo. Entonces en vez de tratar de poner la mente en blanco y conciliarse con el sueño retrocedo el tiempo y los recuerdos llegan unos tras otros como si se suscitaran ayer, tal vez por la cercanía de la llegada de la tercera edad.
Llegado el día para emprender el viaje a Ccoruro, temprano y afanosos se ensillan las bestias con esmero y afición. León escoge dos caballos el "Cuculicha"de mucha confianza y seguro en pisar y el "Bayo" este tenia cuello corto, ojos vivaces ligero para los culebreos que pudiera exigirle durante el camino dado el capricho de su corta edad.
Proporcionaron bastante pasto para el alimento de los caballos, después de disfrutar el sancochado de chuño blanco (moraya) y trozos de carne mechada. Era hora de empezar el viaje; quedaban pocas horas y debían ganar el tiempo. Por fin a la distancia divisan desde Antara la estancia de Usnumuqu en el fondo cercano a Toldopanpa y K’uchu ccoruro. Media hora mas los perros ladran y los pastores afanosos encienden el fuego en la cocina tiznada de hollín por efecto de la bosta; aseguran uno y otro perro bravo adelantada por "Ususicha", una perra madre, para evitar cualquier percance con los recién llegados(los invitados). Saludos por acá y por allá. Buenas tarde Taytay, tiyay,tiyuy, tiyuchay bien venidos de tiempo, las Chozas están listas, pueden ocuparlas. Los niños de pies y caras rajadas quemados por el frió, esperan el regalo del pan, uno que otro dulce e higos secos traídos desde Inkawasi (Nazca) .
Llegado el ocaso del sol, por la loma cercana aparece el rebaño de ganado arreado por Apolinario,hombre de buena estatura, algo entrado en edad, vestido de camisa color carmesí de bayeta, chaqueta de color negra y pantalón oscuro, puesto un poncho multicolor (tejido) . Llegada la noche comenta en son de queja, que se sentía asustado por las constantes visitas del UMA (Cabeza Humana) especialmente en noches de plenilunio.
Al interrogarla ¿que era el Uma?, ¿Qué hacia y de donde venia? El dice: Nosotros mamitay en nuestra estancia vivimos reducidos a una sola habitación que nos sirve para todo uso común, y al conciliar el sueño cansados de las labores agrícolas y pastoriles siempre hay algún miembro de la familia que EMITE RONQUIDOS por toda la noche perjudicando nuestro descanso. Nosotros no podemos despertarlo por que seria causarle la muerte, por que si ronca es por que ha salido su cabeza dejando su cuerpo en cita por otras cabezas que se reúnen en pampas y quebradas a la luz de la luna para qhaswar (danzar) unidas por sus cabellos a ras del suelo, rondas efectuadas en la música que emite el viento y canturreando en voz grave por los Umas Kill-Kill-Kill-Kill. La danza dura hasta horas pasadas de la media noche, hora que retornan a sus casas y retomar sus cuerpos con lo que dejan de roncar, señal que indica el retorno de la cabeza, por lo que recién pueden interrogarla por que había roncado tanto.
Muchas veces se ha encontrado espinos, pastos secos con cabellos humanos sin saber explicar de donde provienen. Apolinario se recuerda y dijo: que hace años cuando él era joven un vecino de la cercaníade las estancias se había equivocado de hora al tratar de madrugar al pueblo a abastecerse del Kachi (sal) Ucho (aji) y otros para su sustento; y al cruzar la quebrada de llijama visualizó una ronda de cabezas danzando unidas por los cabellos.
Dice Apolinario había quedado estupefacto y estático lo único que podía es echarle cruces con sus dedos. Los Umas al notar al intruso comenzaron desprenderse y rodar por diferentes direcciones. Pero, una había sido atrapada por el Kanlli (pequeño arbusto espinoso), sin lograr salir de la trampa pidió auxilio declarando su nombre y apellido y al favor resarciría con el pago que interlocutor pidiera, Apolinario presa de pánico se acerco y constato que era su vecina Juana dorotea Quispe Huaman, a quien soltó quedando entre sus manos cantidad de sus cabellos. El Uma comenzó a volar Kill-Kill-Kill-Kill llegando tarde a la casa donde había dejado su cuerpo por la lejanía del lugar, siendo sorprendida por el alba del día.
Sus familiares habían despertado comprobando que el cuerpo de Juana se encontraba sin cabeza y el cuello sangrando. El estupor hizo que sacaran ceniza del fogón con lo que untaron al cuello sangrante. En pocos minutos llego la cabeza sin poder adherirse a su cuerpo por estar cubierta de ceniza dejando de existir en el momento en vista de la familia aterrorizada. Ella fue enterrada en una lejana apacheta por morir en mala muerte y no merecer un cementerio del pueblo.
Leon y su vástago con los oídos aguzados y los pelos crispados de terror en medio de la oscuridad de la noche seguían dialogando con Apolinario; quien decía no mentir por ser creyente en Dios creador del universo y el Apu wayshani, y que cada semana Santa llegaba al pueblo traendo una jarra de leche de vaca fresca para el Cura Montesinos, quien intercedería ante el supremo y ser perdonada de cualquier pecadillo y recibir la Santa comunión.
Casi llorando- decía- "Cuando dormía profundamente desperté al notar que las vacas mugían asustadas arrinconándose al cerco; Pensé en el puma, pero no. A la vuelta se escuchaba el Kill-Kill-Kill del Uma, razón que los perros habían quedado mudos entrando bruscamente a la choza; solo atine a atizar el fuego en mi Q’oncha (cocina de barro) y rezar YAYAYKU (padre nuestro)" enseñado por el Sr. Cura. La fogata prendió y se hizo humo, los Umas que intentaban kashuar en el corral de ganados se desparpajaron como los pajaros en el aire...Y así acaba este relato macabro relato.
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